Primer Premio en la XII edición de Chamber Music Competition (l ‘Alcora, Castellón), con el Trio Euterpe; Concurso de Música de Cámara Ciudad de Llanes (Asturias) en tres ediciones, con el cuarteto de cuerda Día Armónico; Concurso de Música de Cámara Jesús del Monasterio en Madrid, con el cuarteto Bran. Premio Extraordinario Final de Carrera por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, donde estudia con Joaquín Torre.
Finaliza sus estudios en la Hochschule für Musik Akademie Basel (Suiza) y realiza el Máster de violín con Rainer Schmidt. Posee el Máster en Interpretación e Investigación musical de la Universidad Internacional de Valencia con Fabio Biondi.
Debuta con el Concierto nº 4 en Re Mayor de W. A. Mozart en el Palau de la Música de Valencia.
Ha pertenecido y colaborado con numerosas orquestas: Joven Orquesta Nacional de España, GMJO (Gustav Mahler Jugendorchester), Schleswig Holstein Musik Festival, EUYO, Orquesta del Conservatorio ZHdK de Zürich, Gstaad Menuhin Festival (Suiza). Ha sido dirigida por Juanjo Mena, George Pehlivanian, Christian Zacharias, José Ramón Encinar, Andrés Salado, Jordi Francés, Lorenzo Viotti, Lutz Köhler, Vasily Petrenko, Ivor Bolton, Marek Janowski, Heinz Holliger, Marc Albrecht, James Gaffigan o Christopher Moulds…
Actualmente toca junto a Europa Galante, con Fabio Biondi y la Sinfonieorchester Basel (Suiza). Es miembro titular de la Orquesta del Palau de Les Arts de Valencia.
Corta distancia:
- Como muchos, he pasado por diversas fases a lo largo mi camino con la música. Al principio coges cariño a un instrumento y te das cuenta de que lo puedes hacer sonar. Es algo nuevo que no conoces y te ilusiona. Luego, cuando te empiezan a exigir más, te das cuenta de que ya no se trata de un “pasatiempo” y has de combinarlo con exámenes del instituto, concursos, audiciones, etc., quieres dejarlo, puesto que exige mucho de uno mismo y hace falta gran motivación. A la vez, comienzas a ser consciente de lo difícil que es esta profesión, lo cual no ayuda. En mi caso, cuando pasó toda esa época y me centré solo en el violín, agradecí no haber abandonado.
- El lugar que más me ha marcado durante mis estudios ha sido, sin duda, Madrid. Al final no es solo el sitio, sino la situación vital en la que te encuentres y la gente que te rodea en esos momentos. Instalarme en Madrid fue al principio vertiginoso. En contrapartida, es una ciudad con tanta vida que no sientes nunca el vacío. En ese momento, empezaba a dedicarme por completo al violín, a enfocarme en lo que quería ser como músico profesional y a crecer también personalmente.
- Me encanta estar con mi familia, mi pareja o mis amigos en una terraza charlando, bromeando y tomando algo. Siento que cuanto más me despego de esa “búsqueda de la creatividad” de una manera casi impuesta por nuestra profesión y simplemente estoy tranquila, a gusto, escuchando a la gente contar sus historias, dando y recibiendo amor, es cuando de repente todo fluye y cojo el instrumento de otra manera sintiendo mi profesión de un modo más artístico, con perspectiva y no tan técnica o académicamente. Otra cosa que también hace crecer mi creatividad es dibujar, me encanta.
- Uno de mis libros favoritos es “El barón rampante” de Italo Calvino. Estuve muy concentrada en él de principio a fin, sintiendo que podría ser yo perfectamente la que vivía en los árboles, me sentía muy identificada con el protagonista; libre, construyendo mi propio camino, independientemente de si era con los pies en la tierra o saltando sobre los árboles.
- Recuerdo que cuando toqué la primera vez con NMC, había un ambiente muy familiar, como si en lugar de gente joven que son amigos o conocidos fueran todos hermanos. Me llamó la atención que buscaban dar lo mejor de sí, sin arrogancia, con muchísimo respeto hacia la música y los compañeros, buscando constantemente el contacto con todos los que estábamos en el escenario. Creo que esto es algo muy característico de NMC y deberíamos mantenerlo.
